Los General Manager de las 30 franquicias lo eligieron como el mejor jugador fuera de la liga antes de comenzar la temporada. Y es que nadie duda del talento de Rudy Fernández. Durante cuatro años tuvieron la oportunidad de verle jugar en Portland, Dallas y Denver en la que la falta de continuidad, las inoportunas lesiones y su carencia de físico para jugar como alero no le permitieron demostrar toda la calidad que atesora. Desde la temporada 2012-2013 el balear juega para el Real Madrid donde ha vuelto a ser uno de los jugadores referentes en Europa tras su marcha de la Penya. Rudy es uno de los treses más completos del viejo continente. A pesar de ser un tirador (4,9 lanzamientos de media desde el triple en su carrera ACB con un 36% de acierto) también domina otras facetas del juego ofensivo. Destaca por su capacidad atlética para jugar contraataques  y por encima del aro, en la NBA ya dejó muestras de ello, también es capaz de generar su propio tiro y de asistir a sus compañeros (2,8 de media en ACB). Además es un buen defensor, puede perseguir a los escoltas más bajos gracias a su velocidad y su intensidad defensiva le permite defender por delante a jugadores más pesados que él, a lo que suma su habilidad para taponar. A pesar de tener contrato en vigor con el Real Madrid, Rudy tiene un gran cartel en la NBA y aunque sus derechos pertenecen a Denver,  Oklahoma City Thunder ya se interesó por él a finales de la temporada pasada para reforzar su roster. Aunque su pasada experiencia NBA no fue del todo satisfactoria el jugador nunca ha cerrado la puerta a la mejor liga del mundo y sería un complemento perfecto para muchas franquicias aspirantes al anillo.